Crear una cultura de alto rendimiento
Junio 22

La clave para establecer una cultura dentro de una empresa, es definir y crear procesos para lograrlo, así como la manera en la que será evaluado el desempeño de la estrategia. No existe una ecuación lineal para desarrollar una cultura de alto rendimiento, esta se deberá crear las condiciones adecuadas, según sea la situación particular de cada empresa.
Los equipos sólidos cuentan con líderes que desarrollan un conjunto de herramientas que impactan directamente sobre el rendimiento de sus colaboradores: estrategia, liderazgo y compromiso.
La mayoría de los colaboradores de una empresa, suele estar dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo en transformaciones organizacionales para lograr altos niveles de excelencia. Sin embargo; no es raro encontrar líderes que no reconozcan la importancia de una buena cultura organizacional para lograr resultados óptimos dentro de la empresa.
Crear una cultura de alto rendimiento es el resultado de un entrenamiento sistemático, constante y prolongado en el tiempo, y para poder lograrlo, es necesario que todos los elementos dentro de una empresa estén en la misma sintonía. Por lo tanto, cada etapa en la creación de cultura de alto rendimiento es de vital importancia ya que si alguna falla, se reduce monumentalmente de la posibilidad de crear equipos eficaces.
La mejora de una persona no se logra solamente corrigiendo lo que hace mal. Por su puesto, hay que hacerlo, pero es necesario otorgarle recursos de entrenamiento para que pueda desarrollar todo su potencial y marcar una verdadera diferencia. Nos referimos a que, no solamente es necesaria la capacitación, sino, también las herramientas necesarias para lograr aplicar y sofisticar las habilidades adquiridas.
De esta manera, las claves principales para lograr una cultura de alto rendimiento son:
Mejorar las habilidades
Apostar por el talento
Conseguir un espacio donde las capacidades de cada individuo puedan marcar la diferencia
Contar con un equipo que se complemente
Para lograr impulsar esas cuatro claves, te compartimos las siguientes recomendaciones:
Promover un entorno de aprendizaje
La mejora continua es el camino para alcanzar el máximo potencial de un equipo. Se necesitan entornos estructurados para seguir la estrategia establecida y que el equipo pueda aprender nuevas herramientas de manera adecuada para implementarlas en su trabajo diario.
Designar a un embajador
En un proceso de creación de una cultura hay que seleccionar a quienes van a crearla y desarrollarla. Los líderes crean líderes, por lo tanto, el responsable del equipo, debe ser capaz de empoderar al resto de los integrantes. Recuerda que la influencia de un líder de equipo llega hasta un límite, a partir de ahí es cuestión de los demás miembros, pues son ellos quienes asegurarán el cumplimiento de las normas, de los valores y del alcance de los objetivos.
Transformar las pautas en acciones
La cultura está sujeta a procesos cíclicos que llevan a un crecimiento y que exigen que se provoquen cambios en los momentos de crecimiento para evitar prolongadas fases de decadencia en la estrategia.
Desarrollo de una cultura de retroalimentación
Tener conversaciones regulares sobre el desempeño de las estrategias, es mucho más fácil en entornos donde las personas ya están acostumbradas a dar, recibir y buscar retroalimentación. Para lograrlo, el ejemplo debe establecerse desde la alta administración.
Cultura orientada a metas
Las metas no solo son importantes para las reuniones de rendimiento estructuradas, sino también para proporcionar retroalimentación significativa que se quede y que permita modificar la estrategia o continuar avanzando según los objetivos establecidos.
Transparencia en toma de decisiones
Es fundamental que las organizaciones brinden transparencia en torno a los datos de desempeño, los ajustes de compensación y las oportunidades de desarrollo de los empleados. Cuando ellos comprendan cómo serán evaluados, estarán más abiertos a discutir las preocupaciones que afectan su desempeño.
Evaluación continua
La cultura deberá ser monitoreada y mejorada continuamente. Lo mejor, es asegurarse de registrar el sentir de la organización en torno a la satisfacción del usuario final, la frecuencia, el impacto de la retroalimentación, así como los incrementos en el desempeño individual y del equipo.
Para ayudarte con el cumplimiento de tus objetivos, en Eslabón® desarrollamos el módulo de Capital humano, con el cual, podrás identificar las necesidades de mejora de las áreas de trabajo de tu empresa y dar seguimiento al desempeño de tus equipos de trabajo para determinar planes de desarrollo efectivos.
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